La sincronicidad y la matriz etérica: curso de Fosfenismo en Matarranya
Cuando se producen coincidencias significativas y estas se multiplican, además, con precisas correspondencias, es razonable observarlas desde un punto de vista de combinaciones orientadas a un fin, en vez de como simples casualidades, es decir, una sincronicidad.
La sincronicidad de Jung, posee un significado que activa una energía profunda dentro de la psique. Los patrones creados por la sincronicidad como principio de conexiones acausales tienen para Jung, una correspondencia con el inconsciente del sujeto que las vive, incluso pueden emerger del inconsciente colectivo, es más, la pleroma de Jung en la que descansaría este conjunto de arquetipos colectivos, no difiere en exceso del orden implicado de Bohm, un orden eterno donde existen todas las potencialidades y del que se desplega la materia y la energía.
La sincronicidad se produce cuando el individuo esta en un proceso de transformación, es como si brotara de una resonancia entre un orden implicado, más allá incluso del vacío cuántico descrito por al física cuántica, y el energía mental que emana del psiquismo del sujeto que vive la sincronicidad.
Sucesos únicos y acausales dejan entrever un patrón informado, una sincronicidad, que actúa como una manifestación de un orden normalmente oculto.
En el curso de Fosfenismo Matarranya M4 utilizamos un catalizador del desplegamiento del orden implicado que se expresa a través del I Ching, sincronicidad y destino emergen de un vacío en el que mente y materia todavía no existen.
El hexagrama del I Ching se manifiesta como una onda de guía que forma un patrón binario reflejo de un orden eterno donde existen todas las potencialidades...
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